A tí Madre, como montijano, te miro con amor cada día para contemplar tus grandezas

A tus pies se pone el futuro de nuestra Hermandad y

el esperanzador futuro de tu devoción

Santa María de Barbaño que caminas todos los días de nuestra vida junto a nosotros y ahora te sentimos en ese caminar como llevados de tu mano. Somos Hermanos y por tal devotos fieles. Miramos cada día tu imagen para expresarte nuestros anhelos, nuestras esperanzas y elevarte nuestros ruegos como intercesora nuestra.

Verdaderamente nos sentimos acogidos bajo ese manto protector que es tu corazón, un corazón grande, como lo es el de toda madre: ¡nada menos que la Madre de Dios, madre de Cristo y madre nuestra!

Sentimos que rezuman en cada montijano sentimientos de agradecimiento y que brillas con esplendor cada vez que nos ponemos delante de ti y nos miras. En estos días de la Novena entendemos que que estás siempre en nosotros: en el sacramento del Bautismo, por primera vez en la gran Mesa Pascual con la Comunión fraterna; con el poder del Espíritu Santo ya que estás en el cenáculo de nuestras vidas confirmando desde joven nuestra fe. Confiándonos en que nos ayude a crecer desde nuestras familias diciendo como tu, "sí, quiero." Y lógicamente, somos sabedores que nos acogerías para ponernos en presencia del Padre en su Casa Eterna cuando llegue la hora.

Madre buena, Madre amada, Madre gloriosa. Aún nos quedan unos días para seguir dándote las gracias con la estancia de tu imagen. Seguir meditando sobre tus virtudes, privilegios y acciones. Para contemplar tus grandezas. Para ofrecerte actos de amor: ¡queremos estar cerca de ti haciéndonos miembros de la Hermandad! Hermandad que vela diariamente por todos nosotros, montijanos enamorados de nuestra Patrona. Porque sabemos que la verdadera devoción a la Santísima Virgen es también en nuestras prácticas externas, inscribirnos en la Hermandad, si no: ¿cómo puedo ayudarte a que camines en la historia futura de mi pueblo?

Santa María de Barbaño, te invocamos desde nuestros corazones para ofrecernos y unirnos por ti a toda la comunidad cristiana de montijo y poder realizar acciones que no nos alejen por la envidia, la desidia, el odio y la falta de respeto.

En cada atardecer, al sentarnos ante tu imagen, todo montijano queda unido íntimamente contigo porque sabemos que nos conduces a esa unidad eclesial que está por encima de cualquier adversidad, de cualquier vanidad humana que en ocasiones nos hace perdernos en laberintos absurdos: Santa María de Barbaño, no permitas que cuando mi hermano me busca yo mire para otro lado. Somos sabedores que no podemos amarte sin buscar con un corazón lleno de perdón.

Montijo te ama, Montijo te quiere, Montijo te siente y Montijo mira ya receloso los días del calendario que anuncia tu inminente partida a tu casa en Barbaño.

Pero Montijo también confía. Confía en la Hermandad, nuestra Hermandad Patronal porque ella imprime esperanza, esfuerzo, trabajo y entrega desinteresada por todos. Así lo manifiesta la Junta de Gobierno de la Hermandad: con nuestros quehaceres, dejamos nuestros afanes personales y familiares para entregarnos plenamente a a Ella y así, hacerlo por el pueblo de Montijo y Barbaño.

A tí Madre como montijano, te miro con amor cada día para contemplar tus grandezas.